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Cálculo y Registro Obligatorio de la Huella de Carbono: Preparando a las Empresas para 2025

  • Foto del escritor: Laura Enday
    Laura Enday
  • 17 dic 2024
  • 12 Min. de lectura

Actualizado: 19 dic 2024


Logotipo oficial del sello de Huella de Carbono del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con las palabras 'Calculo, Reduzco, Compenso' y el año 2022 destacado.

En el mundo actual, donde las acciones sostenibles no son una opción, sino una necesidad imperativa, la legislación avanza para garantizar que las empresas sean corresponsables del cambio climático y la transición energética. La Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada en mayo de 2021, es un claro ejemplo de este compromiso regulador que coloca a España a la vanguardia europea en la lucha contra el cambio climático. Una de las medidas más destacadas de esta ley —y quizá una de las más relevantes para medianas y grandes empresas— es la obligatoriedad del cálculo y registro de la Huella de Carbono a partir de enero de 2025.


Este requisito, aunque a primera vista pueda parecer burocrático o complejo, no solo responde a la necesidad urgente de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), sino que también constituye una oportunidad clave para las empresas que buscan optimizar su gestión energética, reducir costes y fortalecer su posicionamiento en un mercado cada vez más competitivo y concienciado con la sostenibilidad.


La Huella de Carbono, entendida como el cálculo del total de emisiones de CO₂ equivalentes que genera una organización o actividad, se ha convertido en una herramienta imprescindible no solo para cumplir con la legislación, sino también para proyectar una imagen corporativa responsable y comprometida con el medio ambiente. Sin embargo, la obligatoriedad de este cálculo y registro trae consigo una serie de retos técnicos, estratégicos y operativos que es necesario comprender y abordar con suficiente antelación para evitar sanciones y garantizar el cumplimiento normativo


El contexto legislativo: La Ley 7/2021 y su impacto en las empresas

La Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética nace con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en España para el año 2050, en línea con los compromisos del Pacto Verde Europeo. La meta es ambiciosa: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 23% para 2030, respecto a los niveles de 1990. Para ello, la ley establece obligaciones concretas, especialmente para las empresas medianas y grandes, que son grandes consumidores de energía y emisores de GEI.


A partir del 1 de enero de 2025, todas las medianas y grandes empresas tendrán la obligación de calcular y registrar su Huella de Carbono en el Registro Nacional de Huella de Carbono, Compensación y Proyectos de Absorción de CO₂, gestionado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Este registro no solo actúa como una base de datos pública, sino que también fomenta proyectos de absorción de CO₂ y facilita el acceso a programas de compensación de emisiones.


La Huella de Carbono: Más que una obligación, una herramienta estratégica

La obligación de calcular y registrar la Huella de Carbono puede percibirse, en un primer momento, como un proceso meramente burocrático, una imposición más que las empresas deben cumplir. Sin embargo, la realidad es que la Huella de Carbono constituye una herramienta estratégica que, bien implementada, ofrece innumerables beneficios tanto a nivel operativo como financiero.


La Huella de Carbono permite a las organizaciones conocer con precisión cuántas emisiones de CO₂ equivalentes generan en sus actividades diarias. Este proceso abarca desde el consumo energético en instalaciones y oficinas, hasta el transporte, la logística, los materiales utilizados y los residuos generados. Al realizar un cálculo preciso y minucioso, las empresas identifican las fuentes principales de emisiones y, con ello, áreas de oportunidad donde pueden implementar medidas de mejora, optimización y eficiencia.


Por ejemplo, un hotel de grandes dimensiones con múltiples instalaciones (restaurantes, spa, piscinas y áreas comunes) puede descubrir que un porcentaje significativo de sus emisiones proviene de un consumo eléctrico desproporcionado en sistemas de climatización o iluminación. Gracias al análisis detallado de su Huella de Carbono, este mismo hotel podría adoptar medidas como la instalación de paneles solares fotovoltaicos, la implementación de sistemas de submetering y telemedida para controlar el consumo energético en tiempo real, o la sustitución de equipos ineficientes por otros de alto rendimiento energético.


¿Qué implica el cálculo de la Huella de Carbono? El proceso paso a paso.

El cálculo de la Huella de Carbono es un proceso técnico que requiere un análisis exhaustivo de las actividades de la empresa y la recopilación de datos precisos sobre su consumo y emisiones. Aunque pueda parecer complejo, el proceso se puede dividir en tres grandes etapas:


  1. Recopilación de datos La primera fase consiste en identificar y recopilar toda la información necesaria sobre las fuentes de emisión. Estas se clasifican en tres categorías principales:

    • Alcance 1: Emisiones directas generadas por fuentes propias, como el uso de combustibles fósiles en calderas, vehículos de la empresa o maquinaria industrial.

    • Alcance 2: Emisiones indirectas derivadas del consumo de electricidad, calefacción o refrigeración. Estas emisiones se generan en la producción de la energía adquirida y utilizada por la empresa.

    • Alcance 3: Otras emisiones indirectas relacionadas con la actividad de la empresa, como el transporte de proveedores, viajes de negocios, generación de residuos o consumo de materiales.

    En esta fase, es fundamental trabajar con herramientas y plataformas de medición certificadas que faciliten la recopilación y organización de los datos. Herramientas como el GHG Protocol o la normativa ISO 14064 ofrecen metodologías estandarizadas para garantizar un cálculo preciso y alineado con las exigencias normativas.


  2. Conversión de datos en emisiones de CO₂ equivalentes Una vez recopilada la información, se procede a la conversión de los datos de consumo (electricidad, combustibles, etc.) en emisiones de CO₂ equivalentes. Para ello, se utilizan factores de emisión actualizados, que son valores establecidos para convertir la cantidad de energía consumida en toneladas de CO₂ emitidas. Por ejemplo:

    • 1 kWh de electricidad generada a partir de gas natural emite aproximadamente 0,2 kg de CO₂.

    • El consumo de 1 litro de diésel emite alrededor de 2,68 kg de CO₂.

    Supongamos que una empresa industrial ha consumido 500,000 kWh de electricidad en un año. Si esa electricidad proviene de la red y tiene un factor de emisión de 0,2 kg CO₂/kWh, la emisión asociada al consumo eléctrico sería de 100 toneladas de CO₂ equivalentes.


  3. Registro de la Huella de Carbono y elaboración del informe El último paso es la elaboración de un informe de Huella de Carbono donde se detallan las emisiones calculadas, las metodologías utilizadas y las fuentes de datos recopiladas. Este informe debe ser registrado en el Registro Nacional de Huella de Carbono, Compensación y Proyectos de Absorción de CO₂, cumpliendo con todos los requisitos establecidos por el MITECO.


¿Qué pasa si una empresa no cumple con la normativa? Posibles sanciones

A partir del 1 de enero de 2025, el incumplimiento de la obligación de calcular y registrar la Huella de Carbono puede acarrear sanciones económicas y, en casos extremos, el bloqueo del acceso a subvenciones o ayudas públicas relacionadas con la eficiencia energética y la sostenibilidad. Aunque aún no se ha especificado el importe exacto de las multas, las empresas que no cumplan con la normativa estarán en riesgo de sufrir pérdidas económicas y reputacionales.


La Ley 7/2021 también establece que las empresas deben presentar planes de reducción y compensación de sus emisiones a corto, medio y largo plazo. Por lo tanto, aquellas que no adopten medidas para disminuir su impacto ambiental no solo estarán incumpliendo la ley, sino que también perderán competitividad frente a organizaciones más comprometidas y proactivas en materia de sostenibilidad.


Ventajas competitivas del cálculo de la Huella de Carbono: Más allá del cumplimiento normativo

Calcular y registrar la Huella de Carbono no es solo una obligación legal, es también una oportunidad estratégica que puede marcar la diferencia entre una empresa competitiva, responsable y eficiente y otra que se queda rezagada. En un contexto global donde la sostenibilidad se ha convertido en un valor prioritario para inversores, clientes y colaboradores, aquellas organizaciones que actúan de manera proactiva no solo cumplen con la normativa, sino que obtienen beneficios tangibles e intangibles que impactan en todas las áreas de su negocio.


1. Reducción de costes y optimización de recursos

Uno de los beneficios más evidentes del cálculo de la Huella de Carbono es la posibilidad de identificar ineficiencias energéticas y operativas que, una vez corregidas, generan ahorros significativos en los costes de producción y funcionamiento.

Por ejemplo, imaginemos un hotel con 200 habitaciones, ubicado en una zona turística con alta ocupación durante los meses de verano. Al analizar su Huella de Carbono, descubre que:

  • Sus sistemas de climatización generan un 30% más de emisiones de lo esperado debido al uso de equipos obsoletos.

  • La iluminación en áreas comunes y exteriores consume el doble de energía porque sigue utilizando sistemas tradicionales en lugar de tecnología LED.


Al implementar medidas correctivas, como la sustitución de equipos de climatización por sistemas de aerotermia o la instalación de sensores de iluminación inteligente, este hotel puede reducir su consumo energético hasta en un 20% anual. En términos económicos, esto podría traducirse en un ahorro superior a 30,000 euros anuales, dependiendo de la tarifa contratada y del volumen de consumo.


Por otro lado, en una empresa industrial, el análisis de la Huella de Carbono puede revelar que el transporte de mercancías genera emisiones innecesarias debido a rutas ineficientes o a una flota de vehículos poco eficiente. Implementar un sistema de logística optimizada o sustituir la flota por vehículos eléctricos o híbridos puede no solo reducir las emisiones, sino también los costes asociados al combustible.


2. Acceso a subvenciones y ayudas públicas

Cumplir con la normativa de cálculo y registro de la Huella de Carbono abre la puerta al acceso a fondos europeos, nacionales y regionales destinados a financiar proyectos de eficiencia energética y sostenibilidad.

En España, programas como los Fondos Next Generation EU, las ayudas del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) y los incentivos autonómicos apoyan financieramente a las empresas que apuestan por la reducción de emisiones y la implementación de energías renovables.

Por ejemplo:

  • Una cadena hotelera que decide instalar paneles solares fotovoltaicos en sus instalaciones para reducir su dependencia de la red eléctrica puede beneficiarse de subvenciones que cubren hasta un 30-40% del coste total del proyecto.

  • Las industrias que implementan sistemas de submetering y telemedida para monitorizar y optimizar su consumo energético también pueden acceder a incentivos destinados a la mejora de la eficiencia operativa.


En este sentido, las empresas que ya tienen calculada y registrada su Huella de Carbono parten con una ventaja competitiva al momento de optar a estas ayudas, ya que pueden demostrar su compromiso y capacidad de implementación de proyectos sostenibles.


3. Mejora de la reputación corporativa y diferenciación en el mercado

La sostenibilidad no es solo un valor añadido, es una exigencia cada vez más importante para clientes, inversores y la sociedad en general. Empresas que calculan y reducen su Huella de Carbono proyectan una imagen de transparencia, compromiso y responsabilidad que les permite diferenciarse en un mercado saturado y competitivo.


En el sector hotelero, por ejemplo, cada vez más turistas optan por alojarse en hoteles eco-friendly que demuestran su compromiso con el medio ambiente. Un hotel que registra su Huella de Carbono y presenta iniciativas de reducción de emisiones, como la instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos o la optimización del consumo de agua y energía, puede atraer a un segmento de clientes conscientes que valoran la sostenibilidad y están dispuestos a pagar más por una experiencia responsable.


En el ámbito industrial, cumplir con la normativa y reducir la Huella de Carbono puede ser un factor clave para acceder a nuevos contratos y licitaciones, especialmente en sectores donde los grandes compradores o proveedores exigen el cumplimiento de estándares ambientales.


4. Anticipación a las demandas regulatorias y al mercado

La normativa sobre sostenibilidad y reducción de emisiones no hará más que endurecerse en los próximos años. Las empresas que calculan y reducen su Huella de Carbono hoy no solo cumplen con la legislación actual, sino que también se anticipan a las futuras exigencias regulatorias.


Por ejemplo, la Unión Europea ya trabaja en la implementación del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés), que obligará a las empresas a pagar un impuesto al carbono por las emisiones generadas en la producción de bienes importados. Aquellas empresas que no reduzcan su Huella de Carbono o que no puedan demostrar sus esfuerzos en sostenibilidad se enfrentarán a costes adicionales y a la pérdida de competitividad.


Estrategias prácticas para reducir y compensar emisiones

Calcular la Huella de Carbono es solo el primer paso en el camino hacia la sostenibilidad. Una vez que las empresas conocen el impacto de sus actividades en el medioambiente, el siguiente desafío es reducir y compensar las emisiones generadas. Esto no solo permite cumplir con los requisitos legales, sino que además ayuda a optimizar recursos y mejorar la imagen corporativa.


1. Medidas de reducción de emisiones

Reducir las emisiones implica mejorar la eficiencia energética y adoptar tecnologías sostenibles en todas las áreas del negocio. Entre las estrategias más eficaces se encuentran:

  • Optimización energética de instalaciones: La implementación de medidas como la instalación de iluminación LED, sistemas de climatización de bajo consumo y aislamiento térmico puede reducir drásticamente el consumo energético. Por ejemplo, un hotel que sustituya sus sistemas tradicionales de calefacción por aerotermia puede ahorrar hasta un 40% en sus emisiones relacionadas con calefacción y agua caliente sanitaria.

  • Digitalización y automatización de procesos: La automatización de tareas administrativas y procesos industriales con herramientas como Make no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también reduce el consumo de recursos innecesarios, como energía y materiales.

  • Energías renovables: La instalación de paneles solares fotovoltaicos, tanto en el sector industrial como en hoteles, permite generar energía limpia y reducir la dependencia de la red eléctrica. En muchos casos, estas instalaciones pueden amortizarse en menos de cinco años gracias a los ahorros generados.

  • Optimización de la flota de transporte: Sustituir vehículos de combustión por flotas eléctricas o híbridas y optimizar las rutas logísticas mediante tecnología de gestión avanzada son estrategias que no solo reducen emisiones, sino también los costes operativos asociados.

  • Control del consumo con telemedida y submetering: Implementar sistemas de telemedida permite monitorizar el consumo energético en tiempo real, detectar ineficiencias y tomar decisiones inmediatas para corregirlas. Esto es especialmente útil en hoteles e instalaciones industriales, donde las pérdidas indeseadas pueden representar hasta un 15% de los costes energéticos.


2. Proyectos de compensación de emisiones

Cuando no es posible reducir las emisiones en su totalidad, las empresas pueden optar por la compensación voluntaria a través de proyectos que absorben o neutralizan el CO₂ emitido. Existen diversas opciones, reconocidas a nivel internacional:

  • Proyectos de reforestación y conservación forestal: Participar en iniciativas que promueven la plantación de árboles o la conservación de bosques permite absorber grandes cantidades de CO₂ de la atmósfera. Por ejemplo, un proyecto de reforestación certificado puede compensar hasta 20 toneladas de CO₂ anuales por cada hectárea plantada.

  • Proyectos de energías renovables: Financiar proyectos de energía limpia, como la construcción de parques solares o eólicos en zonas desfavorecidas, contribuye a compensar emisiones indirectas y promueve el desarrollo sostenible.

  • Iniciativas de captura de metano y residuos: La implementación de tecnologías que capturan gases contaminantes en vertederos y plantas de tratamiento de residuos ayuda a compensar las emisiones residuales y a reducir el impacto ambiental global.


Estas estrategias no solo facilitan el cumplimiento de la normativa, sino que también posicionan a las empresas como referentes en sostenibilidad, generando confianza en sus clientes y colaboradores.


Tendencias futuras en sostenibilidad empresarial y cómo prepararse para los próximos retos

El panorama energético y medioambiental está en constante evolución. Las empresas que desean mantenerse competitivas deben anticiparse a las tendencias que marcarán el futuro de la sostenibilidad. Entre las más importantes destacan:


1. La descarbonización de las cadenas de valor

Cada vez más empresas estarán obligadas a calcular y reducir su Huella de Carbono a lo largo de toda su cadena de suministro. Esto significa que no solo se evaluarán las emisiones directas (producción), sino también las emisiones indirectas derivadas de proveedores, transporte y distribución.

  • Preparación: Colaborar con proveedores comprometidos con la sostenibilidad y optar por soluciones logísticas eficientes será clave para adaptarse a esta tendencia.


2. El auge de la economía circular

La economía circular busca reducir, reutilizar y reciclar los recursos para minimizar los residuos generados. En sectores como la industria y la hostelería, esta tendencia se traducirá en:

  • La adopción de materiales reciclables y biodegradables.

  • La implementación de sistemas de gestión eficiente de residuos.


3. Digitalización y monitorización energética

La digitalización seguirá desempeñando un papel fundamental en la transición hacia la sostenibilidad. Herramientas como el IoT (Internet of Things) y los sistemas de submetering permitirán una gestión mucho más eficiente del consumo energético en tiempo real.

  • Preparación: Las empresas deberán invertir en tecnologías que faciliten el control y la optimización del consumo de energía.


4. Mayor exigencia de transparencia y reporting

La transparencia en el reporte de emisiones será cada vez más crucial. Normativas como la CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) exigirán a las grandes empresas y, progresivamente, a las medianas, que publiquen informes anuales sobre su impacto ambiental y sus medidas de reducción.


¿Cómo calcular la Huella de Carbono de tu empresa con éxito? La clave está en el acompañamiento experto

Si bien calcular la Huella de Carbono puede parecer un proceso técnico y complejo, la clave del éxito reside en contar con el soporte adecuado para realizar el análisis de manera precisa, eficiente y alineada con la normativa vigente. Aquí es donde un acompañamiento profesional hace la diferencia.


En Cavo Energías, una de las ingenierías energéticas más importantes de la Comunidad Valenciana, ofrecemos un servicio integral que va mucho más allá de un simple cálculo:

  • Análisis exhaustivo: Identificamos cada una de las fuentes de emisiones (directas e indirectas) para garantizar un cálculo preciso y personalizado.

  • Tecnología avanzada: Utilizamos metodologías reconocidas, como el GHG Protocol y la normativa ISO 14064, que aseguran la fiabilidad y transparencia de los resultados.

  • Planes de mejora: Una vez identificadas las principales fuentes de emisiones, te ayudamos a diseñar estrategias personalizadas para reducir tu impacto ambiental y optimizar tus recursos.

  • Acompañamiento continuo: Nos comprometemos contigo durante todo el proceso, resolviendo cualquier duda y asegurándonos de que tu empresa cumpla con la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, además de preparar el registro correspondiente.


Trabajar con un equipo especializado no solo garantiza el cumplimiento normativo, sino que también te permite anticiparte a los retos del mercado, acceder a nuevas oportunidades de negocio y mejorar tu competitividad frente a la competencia.


Solicita información sin compromiso y da el primer paso hacia un futuro más eficiente, sostenible y preparado para lo que está por venir. Porque calcular tu Huella de Carbono no es solo un requisito, es una decisión estratégica.


¿Tienes dudas? ¡Estoy aquí para ayudarte!

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